¿Se puede celebrar una Navidad sostenible y un Fin de Año ecológico? Desde luego de primeras parece una tarea complicada. Estas fiestas han cambiado tanto en las últimas décadas que en la actualidad estamos probablemente en el pico más alto de consumismo navideño de la historia.
Un amigo de mi familia siempre cuenta que cuando era pequeño los reyes magos le traían a él y a sus hermanos una pelota para compartir entre todos. Sus padres le dejaban jugar un par de días con ella y luego misteriosamente la pelota desaparecía. Al año siguiente los reyes volvían a traerles la misma pelota.
Esa era una de las realidades de la España rural a finales de los cincuenta. Ahora la realidad es otra, los niños reciben decenas de regalos, comemos hasta que nos encontramos mal y creamos mucha más basura que otras épocas del año. ¿No creéis que nos hemos pasado de frenada?
En nuestra opinión el término Navidad Sostenible no debería ser el oxímoron que aparenta. Si nos esforzamos un poco, es posible organizar las próximas fiestas en modo sostenible.
Estas son algunas de las claves para una navidad sostenible:
1 – Intenta no consumir productos de un solo uso. Esto se aplica a distintos elementos de las fiestas: los platos, vasos o cubiertos de plástico, las pajitas de los cócteles, las servilletas y los manteles de papel, los paquetes individuales de 12 uvas que venden en los supermercados, el papel de regalo o cualquier otro packaging, bolsas de cotillón, etc. Os aseguramos que se puede vivir sin nada de eso, solo hace falta un poco de imaginación con la decoración y poner el lavavajillas y la lavadora al día siguiente.
2 – Regala con cabeza o regala menos. ¿Cuántas veces os han regalado cosas que no os gustan o no necesitáis? En serio, paremos el sinsentido de regalar por regalar. Dejemos de intercambiar regalos porque sí, hagámoslo con cabeza o no lo hagamos. Existen casos de familias que han dejado a un lado lo de los regalos de Navidad y fuentes cercanas confirman que son más felices los días previos a las fiestas y van con más alegría a las reuniones navideñas.
¿Cuántas veces os han regalado cosas que no os gustan o no necesitáis?
3 – Si no te queda otra que llevar un regalo las opciones más sostenibles son: A) Productos de elaboración ecológica y local. Cada vez hay más marcas que respetan el medio ambiente, puedes aprovechar para introducir a esa persona ideas sostenibles para el baño como el champú sólido o los cepillos de dientes de bambú o regalar una mochila fabricada con plástico reciclado. B) Cosas de segunda mano. Muebles, objetos decorativos, ropa o incluso productos electrónicos, darle una segunda vida a cosas que se iban a tirar siempre es una buena idea. C) Experiencias o regalos intangibles. Entradas para un concierto o el teatro, una visita guiada por tu ciudad, una excursión a un lugar especial o incluso plantar árboles en su nombre. D) Regalos hechos por ti: piensa en algo que se te de bien. Puede ser cocinar una cena romántica para tu pareja, escribir un cuento para tu sobrino o completar un álbum de fotos de recuerdos para una amiga.
4 – Niños parte I: Regálales con responsabilidad. Quitarles todos los regalos de navidad a los niños es algo que ni el ecologista anti consumo más radical podría recomendar. Sin embargo, sí que deberíamos re-pensar todos en la cantidad de regalos que reciben los niños en muchas familias estos días y, sobre todo, qué tipo de regalos. Hay muchos niños que cada navidad abren tantos paquetes que a la mayoría no les prestan atención. Todos hemos visto a niños jugar más con la caja del juguete que con el propio juguete. Elijamos para ellos regalos responsables, que no abusen del plástico ni del packaging exagerado, que no sean sexistas y que les aporten algo. Recuperemos la lectura regalando libros e intercambiemos juguetes entre niños de distintas edades que no van a volver a acordarse de un juego que ya se les ha quedado pequeño.
5 – Niños parte II: Aprovecha para educarles. Explícales, habla con ellos. Aunque tu mensaje no va a calar igual que el de los anuncios de juguetes que ven en Youtube, los niños deben ser conscientes cuanto antes de que el consumismo navideño no es bueno para la naturaleza. Ayúdales a escribir la carta a los reyes magos pidiendo con moderación, dales ideas de regalos diferentes y sostenibles, que incluyan cosas que de verdad les hacen falta o incluso pidan regalos para otras personas y aprendan a compartir.
6 – Elige decoración ecológica. En España se venden entre 300.000 y 500.000 abetos al año. La mayoría no se pueden replantar y, como muchos ayuntamientos no los recogen después de las fiestas, acaban en la basura sin separar. Los árboles artificiales tampoco son una solución: hoy en día casi todos se fabrican en China y su huella de carbono es mucho mayor que la de los naturales, así que solo tienen sentido si se van a usar durante muchos años. La mejor opción para decorar los hogares en navidad es evitar los abetos y echarle un poco de creatividad, se pueden decorar los árboles del jardín o el interior de la casa con otros elementos hechos a mano, comprados de segunda mano o reciclables.
7 – Evita comer hasta explotar. ¿Y si por una vez compramos de verdad una cena de navidad solo para el número real de asistentes y no para el doble? Está bien que sobre para la comida o la cena del día siguiente, pero no hace falta que haya comida para 20 si estamos 10. En muchas casas con lo de Nochebuena hay para comer 3 días más.
8 – Elige alimentos con menor impacto medioambiental: en primer lugar sin envase de plástico, mejor comprados a granel o en vidrio o cartón. En segundo lugar es importante no abusar de la carne, mejor elegir pescado y marisco o platos a base de vegetales. Este punto es difícil ya que los asados y carnes guisadas son típicos en estas fechas, pero sí que podemos moderar su consumo, al fin y al cabo después de los aperitivos y el primer plato con una pequeña cantidad de carne la mayoría tenemos suficiente. En muchas cenas familiares muchas veces no nos entra ni un bocado después de todo lo anterior.
9 – Reutiliza la ropa del año pasado, te quedaba genial. No necesitamos otro vestido de lentejuelas para nochevieja ni otra camisa para la cena de empresa, todos tenemos suficiente ropa en el armario como para vestirnos durante muchos años. No añadamos más consumismo a unas fechas que ya lo son. Y si quieres estrenar algo, cómprate prendas que te vayas a poner muchas veces.
10 – Muévete en transporte público a date un paseo. Es cierto que, salvo que vivas en Canarias o en el micro clima de Benidorm, en diciembre y enero hace frío, llueve y hasta nieva. Sin embargo, dejando a un lado el clima, a menudo abusamos de los coches en estos días. Todos podemos sobrevivir a un paseo aunque haga fresquito. Además, aligerará la comilona y podemos bebernos la copa de vino sin preocuparnos por tener que conducir luego.
Después de esta lista, bastante difícil de ejecutar al completo, os pasamos un resumen con las dos claves básicas para facilitar la celebración de una navidad sostenible:
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Evita comprar todo lo que no sea imprescindible: menos es más, un cliché idóneo para la Navidad ecológica.
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Céntrate en las personas y no en las cosas: recuperemos las emociones, el contacto, disfrutemos los unos de los otros. Esto nos ha quedado un poco cursi pero nos da igual, lo pensamos de verdad.
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